10 Curiosidades del Tarot que (Casi) Nadie Conoce

Puede sonar raro, pero hoy en día es común ver anuncios de tarot que incluyen frases como «vidente buena y económica por teléfono» cuando buscas respuestas rápidas. Sin embargo, esa imagen mística encierra historias sorprendentes: el tarot no nació en Egipto ni fue siempre una herramienta de adivinación. De hecho, estos naipes han viajado a través de siglos y culturas, ¡así que acompáñame a descubrir algunos datos que casi nadie conoce!

1. El tarot nació como un juego de mesa

Pues sí, aunque muchos piensen que siempre fue cosa de brujas o adivinadores, el tarot empezó como un juego. En serio. En el siglo XV en Europa se jugaba a las cartas con estos mazos, y se llamaba “tarocchi”. Era un entretenimiento para la nobleza, como un juego de mesa de los de ahora.

2. Sus símbolos están llenos de referencias culturales

Si te fijas bien en las cartas, verás que están llenas de símbolos que vienen de muchos lados. Hay imágenes cristianas, egipcias, griegas, símbolos astrológicos, alquimia… vamos, una mezcla bastante dispar. Cada carta tiene capas y capas de significados. No es solo una imagen bonita.

3. No todos los mazos son iguales

Esto también es sorprendente. No hay un único tarot. Hay montones. El de Marsella, el Rider-Waite (que es el más usado), el egipcio, el de Thoth… y encima hay versiones modernas con ilustraciones tipo manga, arte abstracto o incluso con gatos. Cada uno tiene su estilo y cambia un poco la forma de leerlo. Así que si alguna vez ves un tarot diferente, no es que sea falso, es que hay muchísimos.

4. La intuición juega un papel clave

No todo es memorizar lo que significa cada carta, ni mucho menos. Muchas veces, quien lee el tarot se deja llevar por lo que siente, por la energía del momento, o por la historia que la persona trae. La intuición manda mucho. Puedes saber todo el significado teórico y aun así no entender lo que “dice” la tirada si no conectas.

5. Hay tiradas para todo tipo de situaciones

No es solo se trate de preguntar por el amor. Hay tiradas para trabajo, salud, decisiones difíciles, cambios de vida… incluso para ver cómo anda tu energía en general. Algunas tiradas usan una sola carta, otras te arman un mapa entero con diez o más..

6. Las cartas no predicen el futuro de forma literal

Esto es importante. No es que te van a decir “te va a pasar esto el martes a las 4 de la tarde”. No. Las cartas más bien muestran caminos, posibilidades, estados emocionales. Te ayudan a pensar, a ver cosas que a lo mejor no estás viendo. Es como una conversación contigo mismo pero con simbólos de por medio.

7. Algunas personas lo utilizan para el crecimiento personal

Cada vez se escucha más eso del “tarot terapéutico”. Gente que lo usa como una herramienta para conocerse, para reflexionar. Nada de futuro, ni destinos sellados. Simplemente te ayuda a mirar para adentro, a poner palabras a lo que estás sintiendo o viviendo. Lo combinan con meditación, escribir en un diario, incluso terapia. No es para todo el mundo, pero a muchos les sirve.

8. El tarot también se consulta a distancia

Actualmente no es necesario ir a un gabinete esotérico. Ahora puedess consultar con una vidente buena y económica por teléfono desde el sofá de tu casa. También hay lecturas por videollamada o WhatsApp. Dicen que la energía no entiende de distancias.

9. El tarot no tiene respuestas «buenas» o «malas»

Mucha gente le tiene miedo a ciertas cartas, tipo La Muerte o La Torre. Pero en realidad, todo depende del contexto. Esas cartas pueden representar cambios necesarios, cierres, transformaciones… A veces una carta que parece fea termina siendo buena, y una que parece favorable te avisa de algo complicado. No hay blancos y negros, todo depende de cómo se mire.

10. Las cartas no tienen poder por sí solas

Esto me parece importante remarcarlo: las cartas por sí solas no hacen nada. No tienen poder mágico. El poder está en quien las lee y cómo las interpreta. Es como un martillo: no clava el clavo solo, hay que saber usarlo. Lo mismo pasa con el tarot. La experiencia, la sensibilidad y hasta el estado de ánimo del lector cuentan un montón.

Así que ya ves, el tarot es más complejo de lo que parece. No es solo para “ver el futuro” ni es cosa de brujas. Es una herramienta, un juego, un símbolo, un espejo. Y como pasa con muchas cosas, lo que uno haga con eso depende de cada uno. A algunos les sirve, a otros no les dice nada. Y está bien. Al final del día, cada quien cree en lo que le resuena.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.