El Caenorhabditis elegans es un pequeño nematodo que mide aproximadamente 1 mm de longitud, y vive en ambientes templados. Ha sido un importante modelo de estudio para la biología, muy especialmente la genética evolutiva, desde los años 70. Los científicos conocen a la perfección todos sus genes y su sistema nervioso ha sido analizado en numerosas ocasiones.
El Proyecto OpenWorm que continúa hasta nuestros días, comenzó en el 2014, cuando se mapearon todas las conexiones entre las 302 neuronas del gusano y se simularon mediante software. En la actualidad se puede realizar simulaciones y visualizaciones del proyecto vía web.
El objetivo final del proyecto fue replicar completamente el Caenorhabditis como un organismo virtual, pero como un punto de partida sorprendente, el primer paso fue simular su cerebro, para posteriormente cargarlo en un robot de lego.
Este robot Lego tiene todas las partes corporales equivalentes que tiene el nematodo. Un sensor de sonar que actúa como una nariz y motores que reemplazan las neuronas motoras del gusano a cada lado de su cuerpo.
Sorprendentemente, sin ninguna instrucción programada en el robot, el cerebro virtual del Caenorhabditis elegans es capaz de controlar y mover el robot de Lego, comportándose de manera similar a la observada por el nematodo. Al estimularlo avanza y retrocede e incluso responde a los estímulos alimenticios.
El siguiente paso de los científicos es conseguir mapear las conexiones del cerebro humano, lo que ayudaría a revolucionar la inteligencia artificial y los ordenadores.