Cómo se forma un diamante

Los diamantes son piezas de joyería difíciles de encontrar y caros de conseguir. Se trata de una gema conocida por su extrema resistencia, siendo uno de los materiales más duros del planeta.

Vamos a ver cómo se forma un diamante, un proceso geológico muy largo y en el que intervienen una serie de fenómenos y factores.

¿Pero qué es un diamante?

Antes de ver cómo se forman los diamantes, es bueno explicar qué es un diamante. Los diamantes son átomos puros de carbono en forma polimorfa y que, bajo condiciones de presión y temperatura extremas se transforman en una piedra preciosa.

Los diamantes, se clasifican de acuerdo a cuatro características: claridad, color, corte y quilates, también conocido como carats.

La extrema resistencia de los diamantes se debe a la fuerte unión de sus átomos, compuestos de carbono. En la escala de Mohs, que mide la dureza de un mineral, los diamantes reciben un 10 por sobre un máximo de 10. Sólo un diamante puede cortar o alterar otro diamante.

Los quilates de un diamante corresponden a su peso. Un quilate son 0,2 gramos. En cuanto a la claridad de los diamantes, esta nos habla de su pureza. A mayor claridad, más puro es un diamante.

Existen diez colores para diamantes, siendo blanco, amarillo y marrón los más comunes. El corte, corresponde a su forma.

¿Y cómo se forma un diamante?

El proceso de formación de un diamante es muy complejo y puede llegar a tardar millones y hasta billones de años. Este proceso puede ocurrir solo bajo la llamada capa litosférica, que se ubica entre 150 a 200 kilómetros bajo la superficie y en donde se dan condiciones extremas: temperaturas de entre 900 °C y 1300 °C y un nivel de presión de 30 kilobars.

Allí, el carbón se combina en una molécula cubica y en un proceso que pueden durar millones de años, se mineraliza transformándose en un diamante.

Los diamantes emergieron a la Tierra a través de erupciones volcánicas. Una vez que el magma de las erupciones se enfrió, éstos fueron escondiéndose en depósitos, donde luego fueron encontrados por el hombre.

Si bien se han encontrado diamantes en 35 países, los que tienen mayores reservas de estas piedras preciosas son Rusia, Botswana y Sudáfrica.

El diamante más grande jamás descubierto fue bautizado como Cullinan. Encontrado en Sudáfrica en 1905, tenía un peso de 3106 quilates y una longitud de alrededor de 10.5 centímetros. El Cullinan fue llevado a Inglaterra y en ese país y bajo la propiedad de la familia real fue cortado en nueve piezas, pasando a formar parte de las joyas de la corona.

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