Un grupo de investigadores de la Harvard Medical School consiguió hacer funcionar un pequeño dispositivo electrónico con la energía extraída de las células de las orejas de una cobaya.
La cantidad de energía generada es pequeña, apenas una fracción de la que se puede conseguir de una pila convencional, pero en un futuro podría servir para alimentar pequeños dispositivos médicos como audífonos o sensores especiales de diagnóstico. Mientras haya suficiente ruido en el ambiente el oído producirá electricidad. La cantidad de energía cosechada, en cualquier caso, es lo suficientemente pequeña como para que no afecte al proceso normal de audición.
Visto en Gizmodo.