El hallazgo fue realizado por arqueólogos rusos en los Urales. Se trata de un cráneo en forma de óvalo, similar a la forma que nos viene a la cabeza cuando pensamos en un alienígena.
Los restos parecen corresponder a un nómada, exactamente a una nómada, con una fuerte deformación de su cráneo, abombado en la parte superior.
La deformación se puede deber a la tradición en la zona de estirar la cabeza de los niños pequeños con la ayuda de cuerdas y tablas. Algo similar a la tradición presente en el antiguo Egipto y en le India, donde algunas tribus usaban la técnica para diferencias unas capas sociales de otras.
La mujer podría haber pertenecido al pueblo de los Sarmatos, que se extendió por las estepas del sur de Rusia, Ucrania y Kazajistán, con lo que descartamos su posible origen extraterreste.
La zona de Arkaim, donde se encontró el esqueleto es uno de los llacimientos arqueológicos más importantes del mundo, es calificado como el «Stonehenge ruso» por la calidad en que se conservan sus fortificaciones y tumbas.
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Reminiscencias de craneos parecidos a los de los antiguos faraones egipcios… La Teoria Conspiranoica sigue en pie..