Mohammed Abad, residente en Edimburgo, perdió el uso de su pene al ser atropello cuando era niño por un automóvil y ser arrastrado 180 metros.
Los médicos comenzaron a utilizar injertos de piel de su brazo para crear un nuevo órgano, lo que finalmente se ha unido luego de una operación de 11 horas en el University College de Londres.
Ahora, su nuevo aparato tiene 20 centímetros de longitud y utiliza los fluidos de un implante en su vientre para inflar dos tubos en su interior, y es controlado por un botón en su escroto, cuando quiere un poco de “entretenimiento” debe pulsar el botón de “ON” y cuando acaba debe pulsarlo nuevamente.
Ahora Abad puede lograr una erección y de hecho, la tecnología le permitirá formar una familia. Abad también perdió su testículo izquierdo en el accidente, pero el otro continúa funcionando.
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