Foto: habitissimo.com
El transporte internacional de contenedores marítimos crece de tal manera año tras año que no son pocos los usos que se le busca a tan útil elemento una vez dejan de servir para su acometido principal.
Y es que el reciclaje de estos espacios se ha convertido en algo tan habitual que se han convertido en piezas muy solicitadas para diferentes usos, ¿Cuáles son algunos de ellos?
Vivienda ¿improvisada?
Añadimos los interrogantes porque cada vez es menos la improvisación y más el diseño premeditado del uso de los contenedores como espacios plenamente habitables.
Desde sus comienzos como elemento a reutilizar, se ha convertido en un codiciado espacio que servía como estancia improvisada en terrenos sin aprovechar donde alzar una vivienda podría resultar mucho más caro. Su aislamiento y su robustez son dos características que le permitían la rápida asimilación como estructura habitable, aunque su contrachapado era un hándicap para zonas cálidas que los estudios arquitectónicos han sabido contrarrestar a día de hoy.
Y es que en la actualidad, la arquitectura sostenible ha visto en ellos un filón para que los estudios lo integren en sus proyectos de vanguardia, y también para constituir planes como el “Hive-Inn” de Hong Kong: un hotel de estructura de colmena diseñado por el prestigioso Ova Studio donde la verticalidad de la edificación se aumentaría o disminuiría en función de la demanda gracias a la posibilidad de apilar los contenedores que actuarían como habitaciones del propio hotel.
Espacio expositivo
Las paredes de un contenedor y su aislamiento se han visto como el formato más que adecuado para exponer tanto ideas y conceptos como obras de arte.
Además la posibilidad de instalarse en cualquier lugar sin ningún tipo de problemas a presentar a la hora de ocupar el espacio y su portabilidad, lo convierten en la mejor herramienta para exposiciones efímeras o itinerantes.
Un ejemplo de este uso es el que el Museo Marítimo de Barcelona ha hecho con la exposición semitemporal “7 vaixells, 7 històries”, donde se han introducido varios contenedores dentro de las naves del museo (antiguas atarazanas de Barcelona) para exponer la historia de diferentes barcos, navíos y sus usos.
Oficina de atención al público
Un contenedor es el elemento perfecto para estar situado a pie de calle, y por tanto, el indicado si queremos instalar una oficina temporal (o permanente según la integremos y habituemos en el espacio) que nos sirva para atender al público en un evento o espacio: desde el habilitado para la venta de entradas o información turística, hasta para cerrar negocios como los situados en los terrenos de construcción de viviendas, oficinas u otros servicios allá donde no se haya podido aún levantar un piso piloto o espacio que recree lo que se va a comprar.
De esta forma, aunque el comprador aún no pueda ver acabado el objeto de venta, puede ver in situ dónde se situaría y tener una perspectiva mayor a la que proporciona un folleto mostrado en un elegante despacho.
