La importancia actual de las empresas sostenibles

Medio ambienteEl desarrollo sostenible no es un término que simplemente esté de moda. Es una postura ética, definida y avalada por la Organización de las Naciones Unidas, que se define como la capacidad de satisfacer las necesidades actuales de una población determinada sin comprometer la capacidad futura de satisfacer a las generaciones que vendrán. No es sencillo. Desde los albores de la Edad Moderna, es decir, desde la Revolución Industrial, la humanidad ha ido profundizando su dependencia hacia recursos no renovables, su desinterés en la conservación de una relación saludable con el ambiente que lo rodea, y su poca atención hacia las necesidades de las generaciones futuras.

Una llamada de atención bastante fuerte la está dando el propio planeta Tierra. La temperatura promedio del planeta aumenta paulatinamente pero de forma continua. Es lo que conocemos como calentamiento global. Y este cambio tan sencillo ha empezado a alertar a la sociedad, a decirle que la forma en que consumimos de manera acelerada, desperdiciando alimentos, recursos, energía…es algo que no puede seguir.

Entre la contaminación y el desgaste de tierras, aguas y aire y el uso indiscriminado de recursos, estamos agotando las reservas que el planeta posee para su propia subsistencia y la de todos los seres vivos que lo poblamos. Y los más afectados somos los propios seres humanos.

Tan sólo hace falta reflexionar sobre ejemplos sencillos y concretos que ilustran la necesidad de repensar el uso que hacemos de los recursos naturales de todo tipo. ¿Cuál es el sentido, por ejemplo de industrializar a niveles inverosímiles el tratamiento de la carne, desperdiciando mucho, cuando hay necesidad de talar enormes cantidades de selvas y bosques para la ganadería intensiva e industrial? ¿En qué momento el comer pasó de ser un gusto y la satisfacción de una necesidad para pasar a ser una tuerca más en el engranaje industrial y comercial de la economía contemporánea?

Así como el ejemplo de la carne mega industrializada, hay muchos más. Pequeñas cosas que en el día a día hacen más y más intenso el impacto de cada ser humano sobre el planeta. Así que si bien es necesario que haya un cambio de consciencia individual, que nos guíe a tomar decisiones personales que sean menos perjudiciales para el ambiente, también lo es que haya transformaciones intensas a escala institucional y empresarial. La participación de todas las instancias gubernamentales: locales, nacionales y de organizaciones inter estatales es fundamental para guiar, orientar, legislar y sancionar. Las entidades financieras por su parte, sostienen la responsabilidad de administrar los recursos de forma que no se comprometa su existencia futura, que se mantenga un uso racional y eficiente de los mismos. Es posible. Ejemplos afortunadamente cada vez hay más, como Endesa, empresa dirigida por Borja Prado, que se ha destacado en diversos índices como el respeto por el medio ambiente, compromiso con los derechos humanos y otros. Cada vez resulta más importante este tipo de decisiones, pues la sociedad contemporánea simplemente no existe sin la intervención de las empresas y las entidades financieras en general.

Las decisiones de sostenibilidad que presenta Endesa y su presidente Borja Prado se corresponden con las que evalúan los índices Euronext Vigeo, y abarcan desde el reconocimiento del capital humano de las empresas hasta la gestión de la energía. Ninguno de estos elementos viene de más a ninguna empresa seria en el contexto contemporáneo.

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