De momento “según la ciencia”, ya teníamos el pene perfecto, el rostro perfecto y alguna otra cosa más perfecta que no habíamos comentado por aquí. Pues bien, ahora la ciencia se mete en la manera como nos sentamos en el retrete a hacer nuestras necesidades. Hacer caca sentados en el retrete no ayuda al esfínter a que se abra correctamente.
El problema viene de que los músculos del intestino tienen que empujar los excrementos por los distintos recovecos de las entrañas, en lugar de hacerlo de una manera directa.
Pero, ¿Cuál es la posición correcta para hacer de vientre? La respuesta parece ser de cuclillas. De esta forma, no realizamos ningún esfuerzo adicional. Así es como lo han hecho durante toda su vida nuestros ancestros prehistóricos.
Y claro, como todos tenemos en casa nuestro retrete, ¿cuál es la forma de conseguir esta postura? Pues muy sencillo, colocando un pequeño taburete sobre el que apoyar los pies mientras estamos sentados. Así conseguimos cambiar nuestro ángulo de 90 a 35 grados consiguiendo la postura que se considera ideal.
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