Desde 1996, la compañía californiana RealDoll ha vendido unas 5.000 muñecas de silicona de tamaño real, con un precio que oscila entre los 5.000 y 10.000 dólares.
El siguiente paso de la compañía es dar vida a sus muñecas dotándolas de inteligencia artificial. Un objetivo que podría cambiar por completo la forma de ver las relaciones sexuales.
La idea podría llevar a sus clientes a elegir además del color de pelo u ojos de sus muñecas, el tono de voz o su propia personalidad.
El primer paso es el desarrollo de la cabeza del robot para que pueda hacer guiños y abrir y cerrar la boca de manera convincente, así como un sistema en paralelo de realidad virtual.
La fantasía detrás del proyecto es volver las muñecas tan reales como sea posible aunque sin pensar en reemplazar a las mujeres de carne y hueso.
Por inquietante que suene, de conseguirse el proyecto no tardará en cambiar el mundo de los juguetes sexuales con estas muñecas hiperrealistas. Eso sí, quienes quieran disfrutar del invento tendrán que esperar un par de años y desembolsar varios miles de dólares.
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