Un equipo de astrofísicos de la Universidad de Tecnología de Swinburne (Melbourne, Australia) ha confirmado que las misteriosas ráfagas rápidas de radio (FRB, siglas de Fast Radio Bursts, en inglés) formadas por unas intensas explosiones de energía que duran apenas unos milisegundos, se originan fuera de nuestro planeta. Incluso según uno de los coautores de la investigación Matthew Bailes podría tratarse de transmisiones extraterrestres.
El fenómeno de las FRB ha provocado una gran conmoción en la comunidad científica desde que fueran descubiertas en 2007. Tras comparar nueve destellos similares detectados posteriormente, se planteó que podían ser de origen artificial, incluso ser potencialmente señales de civilizaciones extraterrestres, debido a la periodicidad inexplicable de su estructura.
Por alguna razón, las FRB nunca parecen repetirse y, como resultado, la mayoría de las teorías sobre el origen de estos pulsos misteriosos implican incidentes catastróficos que destruyen su fuente, como, por ejemplo, una estrella explotando en una supernova o una estrella de neutrones que se derrumba en un agujero negro.
Esto cambió en 2012, cuando la primera y única explosión repetitiva conocida por los científicos, llamada FRB 121102, fue descubierta por astrónomos del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico. El pasado mes de enero, más de cuatro años después, los astrónomos pudieron trazar el misterioso estallido directamente hasta determinar su punto de origen, una galaxia enana a 3.000 millones de años luz de la Tierra.ç
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