Philip Morris se reinventa lanzando un nuevo “cigarrillo” mucho menos dañino para el organismo

marlboroPhilip Morris acaba de lanzar en España iQOS, un nuevo dispositivo que permite consumir el tabaco con un riesgo para la salud muchísimo menor que el sufrido al consumir un cigarrillo tradicional.

El vapor contenido en iQOS contiene alrededor de un 10% de los componentes dañinos contenidos en un cigarrillo tradicional. El producto no está exento de riesgo, pero lo más importante es que no produce la combustión del cigarrillo, solo lo calienta a una temperatura de 250 grados con lo que la combustión que se produce a unos 800 grados no llega a producirse. De ahí que aunque la nicotina sí que se extrae no aparecen otros tóxicos derivamos de la combustión.

El nuevo dispositivo, que viene acompañado de un cargador de bolsillo y se ha empezado a comercializar en España con un precio de 70 euros. Los cigarrillos que utiliza son especiales para iQOS, ya que al tabaco se le ha dado un tratamiento diferente. Se venden bajo la marca Heet en cajetillas de 20 unidades al mismo precio que un paquete de Marlboro normal: 4,85 euros.

El dispositivo va dirigido a un público adulto que es fumador habitual, ya que se ha comprobado que no presente gran atractivo para los nuevos fumadores ni para los ex fumadores. Uno de los objetivos es conseguir alcanzar a aquellos que quieren seguir fumando pero desean cuidar su salud. iQOS no imita el sabor de un cigarrillo, su objetivo es prestar una alternativa al hábito de fumar, algo que el cigarrillo electrónico no ha conseguido.

El dispositivo está ya presente en 14 mercados de todo el mundo, siendo Japón el primer país en el que desembarcó hace dos años. Actualmente, iQOS tiene el 4,9% de cuota de mercado en Japón y se han vendido más de dos millones de unidades. Asimismo, más del 70% de las personas que han probado el dispositivo en el país nipón lo consumen de forma predominante o exclusiva frente al tabaco tradicional.

En cuanto a la regulación a la que iQOS está expuesto, todavía no está muy clara. El dispositivo mantiene las restricciones impuestas al tabaco, como la prohibición de publicitarse o el consumo en determinados lugares, pero previsiblemente se podrían liberar algunos de estos límites, ya que el vapor de iQOS no afecta a la calidad del aire.  En cuanto a la fiscalidad, estará sujeto al tipo aplicado a otros productos del sector del tabaco.

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