Los tuátaras son unos reptiles que vienen en algunas islas de Nueva Zelanda y lo más curioso del bicho es que no tiene pene. Un estudio sobre estos animales para saber si alguna vez tuvieron su miembro y lo perdieron ha resultado clave para resolver un problema evolutivo. ¿El pene surgió en una sola especie durante la evolución o diferentes organismos desarrollaron el suyo?
Los tuátaras son casi unos fósiles vivientes ya que existen desde hace unos 200 millones de años. Los científicos has descubierto que sus embriones comienzan desarrollando un pequeño pene, que posteriormente es reabsorbido. Mediante estudios 3D se ha comprobado que el pene de los embriones se parece bastante al de otros animales como pájaros, mamíferos, tortugas, serpientes o lagartos.
En base a esto se ha llegado a la conclusión de que el pene tiene un origen común en todos los animales y que después evolucionó según las especies.
Pero los pobres tuátaras no son los únicos “bichos raros” en cuanto a su pene. El de los erizos se divide en cuatro en su extremo, el de algunos cocodrilos se mantiene constantemente en erección y el de la malvasía argentina, un pequeño pato cuyo pene puede llegar a los 40 cm. de longitud.
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