¿Sabemos por qué las botellas de vino son de 750 mililitros?

Aunque el formato más conocido es el de 75 cl., existen 9 tamaños de botella en los que se puede guardar el vino.

Excepcionalmente podemos encontrar algunos especiales que se hacen con fines promocionales, o para servir en aviones, trenes u otros medios de transporte donde el ahorro de espacio es importante.

También podemos encontrar tamaños dedicados o pensados para los coleccionistas de vino. Pero, sin embargo, estos son los más conocidos si hablamos de vinos tranquilos y generosos

  • 187,5 ml – Cuarto botella, Piccolo o Split: Una cuarta parte de una botella de tamaño estándar, aproximadamente una copa de vino.
  • 375 ml – Media botella: Mantiene la mitad del tamaño estándar de 750 ml.
  • 750 ml – Estándar: Tamaño de la botella de vino más común en hostelería y establecimientos.
  • 1,5 L – Magnum: Equivalente a dos botellas de 750 ml estándar.
  • 3 L – Doble Magnum: Equivalente a dos Magnums o cuatro botellas de 750 ml estándar.
  • 4,5 L – Jeroboam: Equivalente a seis botellas de 750 ml estándar.
  • 6 L – Imperial: Equivalente a ocho botellas estándar de 750 ml o dos Doble Magnums.
  • 9 L – Salmanazar: Equivalente a doce botellas estándar de 750 ml o una caja de vino.
  • 12 L – Baltasar: Equivalente a dieciséis botellas de 750 ml estándar o dos Imperiales.
  • 15 L – Nabucodonosor: Equivalente a veinte botellas de 750 ml estándar.

Las formas de las botellas de vino

En otro lugar, las formas de las botellas de vino han ido evolucionando a medida que el packaging ha tomado relevancia en la comercialización de productos de consumo.

Dos son las formas que más utilización han tenido dentro de la industria vinícola, tomando el nombre de los vinos que contienen, botella bordelesa o botella borgoñona.

También hay que hacer referencia a otros modelos que, con menor difusión, han sido utilizados para embotellar vinos de distintas denominaciones, como es el caso del Oporto (Portugal), los Campagne (Francia) y los Cavas (España).

Hoy día podemos hablar de botellas troncocónicas, flautas, de hombros rectos, etc.; algunas de ellas son variantes estilizadas de modelos antiguos. Otro tipo de botellas aprovechan el desarrollo de la industria vidriera para incorporar nuevas formas. Estas últimas incluso no se plantean la necesidad de utilizar como base del diseño superficies de revolución dado que la fabricación en moldes lo permite.

¿De dónde el tamaño?

Ya hemos dicho que las botellas de vino son generalmente de 750 ml. (75 cl.) y no de un litro (1.000 ml), pero ¿De dónde viene esta especificación?

La capacidad de una botella de vino se normalizó en el siglo XIX y siempre ha existido todo tipo de explicaciones a este tamaño, siendo las más aceptadas las siguientes:

  • La capacidad pulmonar de un vidriero.
  • Consumo medio en una comida.
  • La mejor capacidad para conservar el vino
  • Facilidad de transporte…

Un poco de historia

Nada de esto. En realidad, se trata simplemente de una organización práctica con una base histórica:

En ese momento los principales clientes de los productores de vino franceses eran los ingleses. Pero ellos nunca adoptaron el mismo sistema de medidas que los franceses.

La unidad de volumen de los ingleses era el “galón imperial” que era equivalente a 4.54609 litros.

Para simplificar las cuentas de conversión, transportaron vino de Burdeos en barriles de 225 litros, es decir, exactamente 50 galones, correspondientes a 300 botellas de 750 ml.  (75 centilitros).

Siendo más fácil el cálculo, adoptaron que un barril = 50 galones = 300 botellas. De esta forma un galón correspondía a 6 botellas. De hecho, por eso aún hoy las cajas de vino suelen tener 6 o 12 botellas.

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