Tecnología satélite para predecir cuanto entrará un volcán en erupción

Actualmente contamos con diferentes métodos para tratar de anticiparnos a los desastres naturales. La predicción por satélite es una de las herramientas más poderosas para anticipar una erupción volcánica

La tecnología avanza a pasos agigantados en todo lo referente al medio ambiente. Si hace poco hablábamos de nuevas tecnologías seguras en cuanto a la fusión nuclear se refiere ahora toca el turno a los volcanes.

Con la erupción del volcán Cabeza de Vaca de la isla de La Palma hemos vuelto a abrir el debate sobre si es posible predecir este tipo de catástrofes naturales. Y la respuesta es que sí, ya existe una tecnología capaz de determinar cuándo estallará un volcán.

¿Cómo predecir cuándo será la próxima erupción volcánica?

Este tipo de fenómenos geológicos llevan años estudiándose. Los expertos han determinado que, antes de que se produzca una erupción volcánica, existen signos externos que pueden ayudar a predecirlo.

Por el momento podemos predecir que después de un terremoto o de un movimiento de placas tectónicas se formará un tsunami. La actividad volcánica igualmente cuenta con algunos signos de alerta inequívocos.

Por ejemplo, al medir las emisiones de gases del volcán en cuestión se puede calcular si este tiene actividad reciente o no. También se puede saber cómo de activo es un volcán gracias a los sismógrafos, que miden los temblores terrestres.

Tecnología satélite

Si bien los métodos tradicionales son efectivos para detectar la actividad de un volcán, no siempre llegan a tiempo. Por eso, un nuevo estudio de los investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de Los Ángeles (JPL por sus siglas en inglés) destaca la posibilidad de que los datos satelitales disponibles actualmente puedan proporcionar una forma completamente nueva de advertir sobre erupciones.

El calor es, obviamente, un parámetro relevante para la actividad volcánica, pero puede ser bastante variable en los puntos donde puede instalarse un termómetro. Si en cambio pudiéramos medir todo el calor que sale de un volcán, sería bastante significativo, ya que la mayor parte de la energía volcánica se libera en forma de calor.

Para intentar esto, el equipo recurrió a los datos de radiación térmica de los satélites Terra y Aqua de la NASA. Combinados, estos dos parámetros proporcionan información muy valiosa.

Estudio de la temperatura

En este estudio se observaron tendencias crecientes de temperatura durante los períodos de dos a cuatro años que preceden a cada erupción. Las temperaturas solo aumentaron un grado centígrado o menos en el período previo a cada evento, pero son tendencias estadísticamente significativas. Las temperaturas máximas en cada registro se asociaron con una erupción.

Los investigadores dicen que esto podría representar una combinación de dos procesos. Primero, el magma que avanza más cerca de la superficie y libera gases, lo que puede ser un claro indicativo de erupción.

Asimismo, la humedad de la capa del suelo podría emitir radiación térmica de manera más eficiente y, por lo tanto, parecerá más “brillante” para los satélites. De cualquier manera, estos cambios sutiles son fácilmente detectables en los datos del satélite.

Este descubrimiento proporciona otra métrica que ayuda a completar una imagen completa de la actividad volcánica. Datos que podrían usarse para aumentar la fiabilidad de los niveles de alerta, ayudando a evitar catástrofes naturales de una manera más precisa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.