Tomar el sol puede alargar nuestra esperanza de vida

solDarse periódicamente baños de sol no sólo proporciona un bonito tono bronceado a la piel, también alarga la vida. Es lo que se desprende de un reciente estudio sueco que, a partir de datos de casi 30.000 mujeres a las que se realizó un seguimiento durante 20 años, ha llegado a la conclusión de que el hábito de tomar el sol regularmente está vinculado con menos muertes por fallo cardíaco y otras patologías.

La única excepción es el cáncer, que sí aumenta en la población expuesta regularmente al sol, sobre todo cuando lo hacen sin la adecuada protección. Y a pesar de eso, la balanza se inclina a favor de los beneficios del sol, ya que los datos muestran sin lugar a dudas que las mujeres que se broncean viven más años.

Es más, las cifras indican que evitar la exposición al sol es un factor de riesgo de la misma magnitud que el tabaco. Aconsejar ser muy restrictivos en la exposición a los rayos solares puede perjudicar la salud más de lo que la beneficia. Los científicos sospechan que los efectos beneficiosos del sol podrían deberse a la vitamina D, aunque no descartan que los rayos ultravioletas nos beneficien de algún otro modo aún no determinado.

Este no es el primer estudio que apunta a los beneficios de broncearnos. Científicos escoceses de la Universidad de Edimburgo demostraron hace unos años que cuando la piel se expone a los rayos solares se libera a la sangre óxido nítrico a raudales, una molécula que reduce la presión arterial. Y teniendo en cuenta que las patologías cardíacas y los infartos ligados a la hipertensión causan 80 veces más muertes que el cáncer de piel, parece evidente que la luz solar cura más de lo que mata.

«Si esto se confirma habrá que replantearse las recomendaciones médicas sobre la exposición al sol», reflexiona Richard B. Weller, dermatólogo y responsable de la investigación. Es más, el propio Weller participó en otro estudio que demostraba que tomar el sol combate la obesidad y evita que desarrollemos resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa, previniendo la diabetes.

No parece casual que las personas obesas no solo se ejerciten menos sino que pasen menos tiempo al sol, reflexionaban los autores del estudio, que aseguran que la vitamina D que se sintetiza al tomar el sol reduce la ganancia de peso incluso cuando se consume una dieta rica en grasa.

Visto en cienciaexplora.com

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