La fusión nuclear es un proceso que consiste en unir dos núcleos atómicos ligeros para formar uno más pesado, liberando una gran cantidad de energía. Se trata de la misma reacción que ocurre en el Sol y en las estrellas, y que podría ser una fuente de energía limpia, segura e ilimitada para la humanidad.
Sin embargo, para lograr la fusión nuclear en la Tierra se requieren condiciones extremas de temperatura y presión, que solo se pueden alcanzar mediante dispositivos complejos y costosos, como los llamados tokamaks. Estos son reactores de forma toroidal que usan campos magnéticos para confinar el plasma, el estado de la materia en el que se encuentran los núcleos que se fusionan.
Uno de los principales desafíos para la fusión nuclear es mantener el plasma lo suficientemente caliente y denso durante el tiempo necesario para que se produzca la reacción. Para ello, se necesita inyectar energía al plasma de forma continua, y también evitar que se pierda por las paredes del reactor o por las impurezas que se generan.
Aquí es donde entra en juego el litio, un elemento químico que tiene propiedades muy interesantes para la fusión nuclear. El litio es el tercer elemento más ligero de la tabla periódica, y tiene una alta capacidad para absorber neutrones, que son partículas que se liberan en la fusión y que pueden dañar el reactor. Además, el litio puede regenerar el combustible de la fusión, que es una mezcla de dos isótopos de hidrógeno: el deuterio y el tritio.
Cómo funciona el litio en la fusión nuclear
El litio se puede usar de varias formas para mejorar el rendimiento de la fusión nuclear. Una de ellas es recubrir las paredes del reactor con una capa de litio líquido, que actúa como un escudo térmico y evita que el plasma se enfríe por contacto. Además, el litio líquido puede capturar los neutrones que escapan del plasma y convertirlos en tritio, que se puede reciclar como combustible.
Otra forma de usar el litio es inyectarlo directamente al plasma en forma de pequeñas gotas o gránulos. Esto permite aumentar la densidad y la temperatura del plasma, y también reducir las impurezas que pueden afectar a la reacción. El litio inyectado también puede reaccionar con los neutrones y producir tritio, lo que aumenta la eficiencia del proceso.
El litio es un elemento abundante en la naturaleza, que se puede extraer de diversos minerales o del agua de mar. Su uso en la fusión nuclear podría contribuir a resolver el problema energético del mundo, al ofrecer una alternativa limpia y sostenible a los combustibles fósiles. Sin embargo, todavía quedan muchos retos científicos y tecnológicos para hacer realidad esta promesa, y se necesitan más investigaciones y recursos para avanzar en este campo.