Albert Einstein no estaba completamente convencido acerca de la mecánica cuántica, sugiriendo que nuestra comprensión de la misma era incompleta. En particular, Einstein cuestionaba la idea de la entrelazación, la noción de que una partícula pudiera ser afectada por otra partícula que no estaba cerca.
Confirmación de la entrelazación cuántica
Experimentos posteriores han demostrado que la entrelazación cuántica es posible y que dos partículas entrelazadas pueden estar conectadas a distancia. Ahora, un nuevo experimento lo confirma aún más, de una manera que no habíamos visto antes.
En el nuevo experimento, los científicos utilizaron un tubo de 30 metros de longitud enfriado cerca del cero absoluto para realizar una prueba de Bell: una medida aleatoria en dos partículas entrelazadas llamadas cúbits (bits cuánticos) al mismo tiempo.
La violación de la desigualdad de Bell
La prueba propone una desigualdad matemática que, si se viola, demuestra que la teoría de la mecánica cuántica se mantiene vigente.
Este experimento no solo realiza la prueba de Bell a distancias mayores que las intentadas anteriormente, sino que también la realiza utilizando circuitos superconductores, que se espera que desempeñen un papel importante en el desarrollo de computadoras cuánticas.
Aplicaciones prácticas y futuro
Debido a la estructura del experimento, con cientos de circuitos electrónicos del tamaño de micrómetros, una versión modificada podría ser utilizada de varias formas. Con este enfoque, se puede demostrar de manera mucho más eficiente que es posible en otras configuraciones experimentales violar la desigualdad de Bell, lo que lo hace particularmente interesante para aplicaciones prácticas como las comunicaciones cifradas seguras.
Superando desafíos y expansión de conocimientos
A pesar de los desafíos de construir y ajustar la máquina, los investigadores confían en que podría adaptarse para funcionar en escalas más grandes, empujando los límites de lo que sabemos sobre la mecánica cuántica.