La NASA apuesta por fabricar un sistema de propulsión espacial con energía nuclear

La cantidad de combustible que se emplea para que una nave espacial pueda despegar es considerablemente grande. Esto supone no solo un gran coste económico, sino que también genera problemas medioambientales y un peligro para los astronautas que estén dentro, ya que cualquier fallo puede dar lugar a una explosión.

Para paliar en parte esta problemática la NASA ha comenzado a trabajar en el desarrollo de naves espaciales que utilizan un sistema de propulsión basado en la energía nuclear. Para ello, la NASA, junto a DARPA (la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EEUU), han escogido a las tres compañías que se encargarán de la fabricación de este novedoso sistema.

Estas compañías que han seleccionado son Lockheed Martin, General Atromics y Blue Origin. Estas empresas están especializadas en la industria aeronáutica y espacial. Loockhed Martin, por ejemplo, participó ya en el avión supersónico X-59 de la NASA; General Atomics trabaja con aviación y física nuclear; y Blue Origins, es la empresa espacial fundada por Jeff Bezos, dueño de Amazon.

Los contratistas tendrán que desarrollar un motor que use energía nuclear y demostrar el funcionamiento y seguridad de dicho sistema de propulsión nuclear para el 2025. Si consiguen tener éxito, el método actual que emplea combustible quedará anticuado, por ser más peligroso y no permitir viajes tan largos.

La idea de emplear un sistema de propulsión térmica nuclear no es nueva. La NASA ya planteó utilizar esta tecnología en la década de los 70 con el objetivo de facilitar los viajes espaciales más duraderos. Sin embargo, el proyecto se paralizó, pero, ahora, se ha retomado.

Gracias a este plan de la NASA, sumado a otros muchos avances de exploración espacial, se está logrando que el mundo extraterrestre sea cada vez menos desconocido para la humanidad.

La NASA plantea volver a la Luna

Además de éstas inversiones la NASA ha seleccionado a la empresa SpaceX, de Elon Musk, para construir la nave con la que planea volver a llevar humanos a la Luna en esta década.

El vehículo trasportará al próximo hombre y a la primera mujer hasta la superficie lunar, según el programa Artemis de la agencia espacial.

El diseño del vehículo lunar está basado en la nave Starship de SpaceX, que está siendo sometido a pruebas en una estación experimental en el sur de Texas.

SpaceX estaba compitiendo contra una licitación conjunta compuesta de gigantes aeroespaciales tradicionales además de Amazon y una propuesta de Dynetics, una compañía de tecnología basada en Alabama.

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