La primavera la sangre altera, o por el contrario ¿somos más promiscuos cuando llega el frío? Pues parece ser que en contra de lo que comúnmente pensamos con el frío somos más dados a los placeres carnales.
Un equipo de la Univesidad británica de Exeter ha llegado a esta conclusión tras analizar el comportamiento sexual de la mosca de la fruta la Drosophila melanogaster, cuyo modelo genético es asombrosamente similar al de los mamíferos.
El experimento se realizó con moscas de la fruta procedentes de Arizona (clima semidesértico) y de Montana (clima de alta montaña), sometidas a distintas temperaturas en el laboratorio y se utilizaron 40 generaciones de moscas, lo que parece una eternidad pero no lo es teniendo en cuenta que el periodo medio de vida de la mosca es de 30 días.
El resultado fue que las moscas hembras aceptaron a más compañeros en climas fríos mientras que en climas cálidos tienen tendencia a la monogamia.
Eso sí, los autores del estudio han expresado su cautela a la hora de extrapolar el comportamiento sexual de las moscas de la fruta a los seres humanos. Según estudios científicos la mayor natalidad en nuestra especie se registra en primavera, nueve meses después de la época más cálida del año.
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