Científicos del London College of Fashion están desarrollando un software que permite a los compradores de ropa utilizar su propio equipo casero para tratar de encontrar la talla perfecta.
Muchas personas que hacen compras por internet no conocen su talla para una marca en particular.
Usando una cámara web o la cámara del Smartphone, el comprador captura una imagen de sí mismo y lo carga en el sitio. Después, proporciona algunos datos básicos como altura, peso, edad y género.
Esta información se envía al servidor y el ordenador hace el resto. Identifica la forma del cuerpo, lo saca del fondo, y extrae las mediciones.
La tecnología podrá ser utilizada en cualquier lugar.
Usando los datos de la ropa que ofrece la tienda, el software es capaz de hacer una recomendación de tallas. Lo que se traduce en una reducción significativa del número de devoluciones. Y esto es bueno tanto para el comprador como para el vendedor.
En muchas ocasiones son las propias tiendas las que cubren los costos de los artículos que se devuelven.
¿Tendremos pronto en casa un probador virtual?