Según la teoría de la evolución de Darwin vemos mucho más atractivas a aquellas personas que presentan una ventaja evolutiva. La belleza se presenta como un indicador de salud y fertilidad, alguien nos gusta y no sabemos el motivo.
Las personas más guapas son aquellas que presentan una simetría bilateral. Nos gustan aquellos cuyos cuerpos y caras son iguales a ambos lados. La falta de simetría puede significar que la persona haya sido expuesta a algún tipo de estrés en el vientre materno.
La cintura y la cadera son otros dos puntos a tener en cuenta. El lugar donde acumulamos grasa lo determina la testosterona en los hombres y los estrógenos en las mujeres. Una mujer que produce la cantidad ideal de estrógeno tiene, por lo general, una cintura en torno a un 70% de su cadera. En hombres este porcentaje es del 90%.
Las personas con esta proporción son menos susceptibles de sufrir desórdenes cardiovasculares, cáncer o diabetes. Además, las mujeres en ese rango tienen menos problemas para concebir y dar a luz.
¿Por qué nos encanta el olor de unas personas y el de otras no nos dice nada?
Nuestras feromonas actúan como un indicador de nuestro sistema inmunológico. Cuando olemos a otra persona, detectamos sus feromonas inconscientemente y nos sentimos atraídos hacia ella, si su sistema inmune es muy diferente al nuestro. La explicación está clara, si tu descendencia tiene una combinación de sistemas inmunes muy diferentes serán más resistentes a las enfermedades.
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