¿Alguien se hubiera podido imaginar hace una par de años que con una impresora y en un solo día pudiéramos haber impreso nuestro propio avión tripulado? Mientras que hace prácticamente un solo un año nos quedábamos maravillados viendo como estos aparatos conseguían imprimir un muñequito de plástico.
Ahora la Universidad de Sheffield en Reino Unido está detrás del proyecto de impresión de drones voladores.
La idea es dotar de estas máquinas a los investigadores de las zonas remotas. Estos drones serían capaces de hacer entregas, misiones de reconocimiento o búsqueda. La pérdida de uno de estos aparatos por una tormenta o un accidente no sería un gran inconveniente. Simplemente imprimimos otro.
Actualmente ya se han completado las pruebas de su faceta como planeador, realizando la impresión en material termoplástico. El prototipo tiene una envergadura de casi un metro y medio y pesa solo dos kilos. En estos momentos en la Universidad de Sheffield se está trabajando en conseguir nuevos prototipos impresos en nylon. Novedosos sistemas de propulsión por ventiladores también se están añadiendo al diseño.
Una vez que los prototipos estén preparados, los desarrolladores piensan en la posibilidad de que la tecnología alcanzable al público general, quien sabe, igual podemos imprimir en casa nuestro propio avión no tripulado. Aunque yo por el momento no sabría darle mucha utilidad.