Todos sabemos que los avances en tecnología están revolucionando desde hace años el mundo laboral. Los avances tecnológicos en inteligencia artificial, aumentan los temores sobre un futuro en el que las máquinas reemplacen un elevado número de trabajadores.
Los posibles empleos desempeñados en un futuro por robots no paran de crecer. Los automóviles autónomos pueden desplazar a taxistas y camioneros. Robots podrían encargarse de dar información a visitantes en centros comerciales, o incluso intervenciones quirúrgicas podrían ser realizadas íntegramente por robots.
Según un estudio de la Universidad de Oxford del 2013, se concluye que el 47% de los trabajos en Estados Unidos, podría llevarse a cabo por autómatas. Incluso algunos estudiosos consideran que estos datos no vislumbran el auténtico riesgo al que nos enfrentamos. Algunos expertos como Vivek Wadhwa miembro la Carnegie Mellon University en Silicon Valley todavía son más pesimistas, llegando a afirmar que entre el 80% y el 90% de los empleos podrían ser eliminados en los próximos 10 o 15 años.
Incluso los asesores económicos de Barack Obama aseguraban que la mayoría de los empleos remunerados por menos de $ 20 la hora corrían el riego de ser automatizados.
En otro sentido, James Bessen de la Universidad de Boston, asegura que se exagera el problema y que la tecnología genera más trabajo, aunque el tipo de trabajo sea diferente.
Bill Gates, fundador de Microsoft, dijo el mes pasado que apoyaba un impuesto sobre los robots, una idea manejada en Europa y que ya propuso Benoît Hamon, candidato socialista en Francia.
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