El disco duro de nuestro ordenador es donde se encuentran todas nuestras aplicaciones y archivos, por lo que, en lo que respecta a otros componentes, se trata de una de las piezas más importantes. Es posible que incluso tengamos más de un disco duro instalado para cubrir todas las necesidades de almacenamiento.
Ya sea una unidad de estado sólido (SSD) o una unidad de disco duro mecánico (HDD), este componente no va a funcionar de manera indefinida. Es posible que siga funcionando sin problemas hasta que llegue el momento de actualizar nuestro ordenador, pero no hay garantía y, a menudo, pueden ocurrir fallos, especialmente con equipos que usen hardware más antiguo.
Cuando un disco duro se estropea, todo el sistema deje de funcionar y los datos quedan inaccesibles. Por eso, si conocemos las señales de advertencia con antelación, podremos realizar copias de seguridad de los datos.
Señales de advertencia
Detectar los síntomas de un disco duro con problemas no es una ciencia exacta, y estos síntomas también pueden estar relacionados con otros problemas de hardware y software, pero hay señales de alerta constantes a las que prestar atención. Una lentitud significativa a la hora de cargar programas y acceder a los datos es una de ellas, además de la ralentización general que suele producirse con los ordenadores a medida que envejecen.
También es posible escuchar uno o dos sonidos molestos, especialmente cuando se trata de discos duros que utilizan partes móviles. Los períodos prolongados de clics o zumbidos son algo a lo que debemos prestar atención. Si pasamos mucho tiempo frente al ordenador, probablemente nos hayamos acostumbrado a los sonidos normales del funcionamiento del disco, por lo que cualquier variación de eso puede indicar problemas.
Los bloqueos aleatorios del sistema también pueden ser un signo de que el disco duro está fallando. Si el ordenador se bloquea o se reinicia sola con frecuencia, puede deberse a que tiene problemas para acceder a los datos que necesita, lo que sugiere que el disco podría estar a punto de dejar de funcionar, especialmente si estos bloqueos ocurren cuando abre o guarda archivos.
Otro punto a tener en cuenta son los archivos dañados o corruptos, de algún modo estos producirán mensajes de error en cualquier programa de software que estemos usando para abrirlos, o es posible que el sistema ni siquiera pueda ver los archivos cuando intentemos abrirlos. Nuevamente, no es seguro que un disco duro defectuoso sea el culpable, pero ciertamente es una posibilidad clara.
Comprobaciones de software
Existen varias formas de comprobar el estado del disco duro en Windows y macOS, tanto con herramientas integradas como con software de terceros. Por ejemplo, podemos abrir el Administrador de tareas (Windows) o el Monitor de actividad (macOS) para obtener una descripción general rápida y en tiempo real del sistema. Ambas utilidades tienen secciones para la actividad del disco, que pueden señalar cualquier problema potencial.
Las aplicaciones de terceros pueden brindarnos aún más detalles sobre el estado del disco duro, y hay muchas para elegir. Dos que nos resultaron útiles son HWiNFO para Windows (que es gratuita para uso personal) y la diligent DriveDx (de pago, pero ofrece una prueba gratuita de 14 días para que pueda probar antes de gastar dinero).
Próximos pasos
En primer lugar, debemos asegurarnos de que los archivos importantes estén respaldados constantemente. Esto es algo que deberíamos hacer de manera habitual, ya sea que pensemos o no que el disco duro está a punto de romperse. Y hay muchas opciones disponibles, incluidos los servicios de almacenamiento en la nube.
Si el disco duro que falla es el principal desde el que se ejecuta Windows o macOS, no podremos reiniciar el sistema una vez que se estropee. Si el disco duro que falla es uno secundario que solo contiene archivos, será un poco más fácil reemplazarlo y podremos seguir accediendo al sistema operativo.
De cualquier manera, a no ser que estemos completamente seguro de lo que tenemos que hacer, la mejor opción es aconsejarse de un profesional. La posibilidad de reparar la unidad con éxito o no depende de toda una serie de factores, como el tipo de unidad o si se trata de un ordenador portátil o de escritorio.
Como última posibilidad siempre nos queda compara un ordenador nuevo y pasar nuestros archivos desde el lugar en el que hayamos realizado las copias de seguridad.