El colorante de las paellas puede hacer que los ratones sean transparentes

El colorante alimentario amarillo utilizado para dar color a las paellas, usado además para colorear refrescos y aperitivos hace que la piel de ratón sea casi completamente transparente gracias a un método de investigación reversible y potencialmente no tóxico que podría transformar la imagen médica y científica.

Este proceso es debido a un principio de física fundamental contraintuitivo, la tartrazina, también conocida como Amarillo 5, puede hacer que el tejido biológico sea transparente temporalmente a simple vista, como se describe en un estudio publicado el 5 de septiembre en la revista Science.

Hasta ahora, los científicos que han realizado el descubrimiento han utilizado el método para ver los órganos en el abdomen intacto de un ratón, vislumbrar los vasos sanguíneos que rodean el cráneo de un roedor y obtener una visión excepcionalmente clara del tejido muscular a través de un microscopio.

Las técnicas de imagen óptica actuales más avanzadas (es decir, no invasivas y que no dependen de la radiación) pueden permitir ver un par de milímetros dentro del tejido vivo, pero el nuevo método podría hacer que los detalles a más de un centímetro de profundidad sean visibles a simple vista.

El método es sencillo. En resumen, al masajear la piel de un ratón sin pelo con una solución de tartrazina durante unos minutos o mediante microagujas se consigue una transparencia óptica completa en la región roja del espectro visible, al eliminar el tinte, la piel vuelve a su estado natural y opaco.

El tinte tartrazina, a través de su poderosa absorción de longitudes de onda de luz azul, cambia el índice de refracción del agua para que sea mucho más cercano al de la grasa. Esto sucede a través de un principio físico básico llamado relaciones de Kramers-Kronig, que dicta que las ondas (como las de la luz, que es a la vez una partícula y una onda) son el resultado de señales predecibles. Como resultado, un fotón puede pasar a través de la piel casi como si el tejido fuera homogéneo, toma un camino más corto, evitando todos los rebotes y cambios de ángulo que aumentan la probabilidad de absorción de luz, iluminando finalmente el interior de un ratón.

El equipo que realizó el descubrimiento lo consiguió gracias a la modelización de cómo diferentes tintes cambiarían la forma en que la luz viaja en el tejido. Se centraron en el Amarillo 5 y un puñado de otros pigmentos como candidatos para mejorar la transparencia. Luego, lo probaron en un líquido mezclado con partículas de sílice, pechuga de pollo cruda, ratones vivos y otras muestras de tejido de ratón, midiendo la rapidez y profundidad con la que se dispersaba el tinte. Además, combinaron el tinte con otras técnicas de microscopía óptica, lo que demostró que la tartrazina se puede utilizar para mejorar la tecnología existente. Finalmente, realizaron un análisis de toxicidad inicial, buscando efectos a corto y largo plazo en sus sujetos de prueba roedores, haciendo un seguimiento de la rapidez con la que los ratones parecían eliminar el tinte de sus sistemas a través de la orina y las heces. Los científicos determinaron que el Amarillo 5 pasa por el cuerpo en 24 horas, causa poca inflamación o irritación y muestra una «toxicidad sistémica mínima».

Sin embargo, el método aún no es perfecto y no puede, por ejemplo, hacer invisible a un ratón vivo entero o permitirnos ver inmediatamente el funcionamiento interno de un abdomen humano. Por un lado, el Amarillo 5 sólo puede penetrar hasta cierto punto en el tejido, por lo que no será tan útil para obtener imágenes a través de carne más gruesa y menos permeable (como la de un humano) sin una estrategia de administración dirigida y un conocimiento preciso de qué concentración funciona mejor. Además, aunque el tinte reduce la dispersión de fotones, no la elimina por completo. Cuanto más grueso sea el tejido en el que se utilice, más oscura y menos clara será la imagen resultante. Por último, aunque las evaluaciones iniciales de toxicidad son un buen augurio, no se puede asegurar que la tartrazina resulte totalmente inofensiva a largo plazo. Si el tinte Amarillo 5 resulta seguro en aplicaciones tópicas para humanos, podría llegar a usarse con fines tan variados como la detección temprana del cáncer de piel, facilitar el proceso de extracción de sangre rutinaria para personas con venas difíciles de detectar, acelerar la eliminación de tatuajes con láser o potenciar los tratamientos fototérmicos contra el cáncer.

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