Los televisores modernos no duran lo que duraban los de antes. Esto se debe en gran medida a que la naturaleza de los componentes de los televisores se ha vuelto más pequeña y numerosa.Los viejos televisores y monitores CRT de la década de 1990 a menudo todavía se pueden utilizar hoy en día porque solo dependían de unos pocos componentes clave.
Un televisor LED moderno, por ejemplo, tiene miles (o a veces millones) de pequeñas luces detrás de la pantalla que ayudan a producir la imagen. Con que una luz falle o se rompa se puede crear una pequeña mancha visible en la pantalla. Y ese es el comienzo del problema.
Los televisores nuevos tienen software además del hardware que les permite realizar tareas esenciales como conectarse a servicios de transmisión o ajustar configuraciones. Actualizar el software es parte de tener un televisor moderno y puede aportar nuevas funciones o mejorar las antiguas, pero también expone al televisor a más problemas. Y una vez que el televisor envejece lo suficiente, el fabricante dejará seguir dando soporte.
En general, tenemos suerte si conseguimos que un televisor nuevo dure 5 años, los problemas que podemos tener son del tipo que se puede solucionar fácilmente (como un mando a distancia roto) o de los que requieren un televisor nuevo (como una fuente de alimentación rota). Gran parte de esto se reduce a la suerte, ya que es posible que un televisor dure 10 o incluso 15 años sin problemas.
¿Cuándo queda tecnológicamente obsoleto un televisor?
Las limitaciones tecnológicas de un televisor son más evidentes que cualquier problema de software, electrónico o mecánico. Los televisores de tubo de rayos catódicos de los años 1960 a 1990 pueden estar disponibles en tiendas de segunda mano y funcionan perfectamente bien, con solo algunos problemas de desgaste de color o quemaduras en la pantalla. Pero, por supuesto, no hay una gran demanda de esos televisores antiguos porque simplemente no se pueden comparar, incluso cuando funcionan al 100 por ciento, en términos de imagen o funciones con los televisores modernos.
Resolución
Los televisores no suelen quedar obsoletos tecnológicamente como los teléfonos o los ordenadores cuando su hardware es demasiado lento para ejecutar programas más nuevos o varios componentes se han desgastado y ya no funcionan de manera eficiente.
En cambio, los televisores se vuelven obsoletos porque aparece una nueva tecnología que hace que los modelos más antiguos sean menos deseables. La resolución de un televisor es uno de esos impulsores de la nueva tecnología de TV.
En los últimos 25 años, hemos visto un aumento constante en las resoluciones disponibles en los televisores, pasando de la resolución estándar (también conocida como 480p) a HD (720p), Full HD (1080p), 4K (Ultra HD) y ahora 8K . Si bien 4K todavía es «suficiente» y es la tecnología de resolución estándar en la mayoría de los televisores, 1080p (aún disponible pero mucho menos popular) está una generación por detrás en términos de tecnología. Nada se verá tan bien en un televisor Full HD, incluso uno de gama alta, como lo hace incluso en el televisor 4K de gama más baja.
Conectividad a Internet
Otro factor que hace que un televisor se vuelva tecnológicamente obsoleto es la conectividad. En la actualidad, los televisores incluyen conexiones Wi-Fi o Ethernet integradas para que el televisor pueda acceder a Internet. Esto es principalmente para descargar aplicaciones de servicios de transmisión o juegos, pero también permite actualizaciones de firmware.
Firmware es un término que se refiere a la programación básica de la máquina para mantenerla funcionando lo mejor posible. La programación interna de un televisor con algo como Android se puede actualizar, mejorando su vida útil y solucionando fallos que podrían hacer que sea ineficiente en términos de energía o hacer que ciertas funciones no funcionen como se espera.
Entradas
Las entradas son otro aspecto de un televisor que puede hacer que sea necesario reemplazarlo. Las consolas de videojuegos sofisticadas como PlayStation 5 y Xbox Series X necesitan la última tecnología de puerto HDMI para aprovechar muchas funciones, la mayoría de ellas relacionadas con la conectividad o la calidad visual.
Esta tecnología, conocida comúnmente como HDMI 2.1, solo está disponible en televisores más nuevos (a partir del año de producción 2018 en adelante, aunque cuanto más nuevo sea el televisor y más nuevo el modelo, es más probable que tenga varios puertos HDMI 2.1). Permite implementar varias tecnologías visuales, lo que da como resultado colores más brillantes y dinámicos, un movimiento más suave (especialmente en los videojuegos) y mejoras generales en los detalles de la imagen y la profundidad de las sombras. Si tienes una PS5 o XBSX y quieres una salida 4K a 120 cuadros por segundo, debes tener un puerto HDMI 2.1 en tu televisor, así como un puerto HDMI eARC si planeas agregar una barra de sonido / sistema de sonido envolvente inalámbrico a tu televisor. (Y cables HDMI de ultra alta velocidad que puedan admitir la resolución completa / canales de audio).
Por lo tanto, es seguro decir que todos los televisores fabricados antes de 2018 están técnicamente obsoletos. Sin embargo, eso no significa que deba dejar de usar su antiguo equipo. Mientras se encienda, no se sobrecaliente y produzca una calidad de imagen que le guste, la mayoría de las características de las pantallas HDMI 2.1 u 8K son ventajas agradables, no necesariamente imprescindibles para la visualización.
¿Qué puedo hacer para alargar la vida de mi televisor?
Para sacar el máximo partido a nuestro televisor, es necesario tratarlo bien. Los daños físicos pueden acortar la vida útil de un televisor; incluso los golpes que no crean problemas evidentes pueden provocar pequeños problemas invisibles que se agraven con el tiempo. Si nuestro televisor está sobre una mesa y tenemos niños o mascotas, este corre peligro. Sería buen idea montar el televisor en la pared para evitar que sufra daños.
Cualquier dispositivo electrónico necesita energía eléctrica para funcionar, pero una sobretensión puede destruir por completo sus componentes internos, convirtiéndolo en una costosa escultura en lugar de un dispositivo utilizable. Así como deberíamos proteger los ordenadores sobremesa con un protector de sobretensiones, deberíamos hacer lo mismo con el televisor y consolas de juegos.
