La producción de gas natural mediante la técnica de fracking ha crecido de manera espectacular en los Estados Unidos, reduciendo la contaminación que venían produciendo las centrales de carbón tradicionales. Pero no es oro todo lo que reluce, de acuerdo con un primer estudio realizado, los pesos de los bebés nacidos en Pensilvania cerca de las zonas donde se viene realizando el fracking son sensiblemente menores a los de los niños nacidos en otras zonas.
La preocupación sobre los efectos del fracking no es nueva, incluso en algunos estados como Maryland y NuevaYork, su práctica está prohibida. Recientemente una serie de estudios sugieren que vivir cerca de zonas de extracción de petróleo y gas, está asociado con una amplia gama de efectos negativos para la salud como enfermedades cardiovasculares, asma, migrañas, trastornos neurológicos y hasta cáncer. Estudios previos también encontraron asociación con el bajo preso presentado por algunos bebés al nacer, pero no son concluyentes debido al escaso número de casos estudiados.
Ahora un estudio elaborado por Janet Currie de la Universidad de Princeton ha revisado los certificados de nacimiento de 1,1 millones de bebés en Pensilvania entre los años 2004 y 2013. En el estudio se superpusieron los datos de peso al nacer, meses de gestación, defectos congénitos y otras condiciones anormales, sobre las ubicaciones de los pozos de fraking del estado de Pensilvania.
El estudio sacó a la luz que los niños nacidos a menos de un kilómetro de un pozo tenían un 25% más de posibilidades de tener bajo peso al nacer, que los niños nacidos a más de 3 kilómetros de distancia. Además de presentar índices significativamente más bajos sobre un estándar de salud infantil.
El efecto negativo sobre la salud de los niños no alcanza más allá de 3 kilómetros de la ubicación del pozo. Por el momento se desconoce qué produce el problema aunque una de las posibles causas se la contaminación del aire producida por los productos químicos desprendidos, el tránsito de camiones o la industrialización de la zona.
Aunque no existan pruebas concluyentes de que el fracking es el causante del problema de los nacimientos de niños prematuros y los efectos negativos sobre la salud de la población, algunos expertos como el economista Don Fullerton, que estudia como las políticas públicas afectan al medioambiente, aseguran que se hace necesario regular que productos químicos se utilizan en el proceso de fracking y la distancia de los pozo a las zonas residenciales.
Visto en sciencemag
