El galvorn es un material legendario en el universo de la literatura fantástica, conocido por su resistencia y rareza. Su mención se encuentra principalmente en las obras del famoso escritor J.R.R. Tolkien, creador del mundo de «El Señor de los Anillos» y «El Silmarillion».
La mitología de Tolkien
En la mitología de Tolkien, Galvorn es descrito como un metal oscuro y duradero, con una apariencia negra y plateada. Se dice que fue creado por los enanos, maestros artesanos y herreros expertos, a partir de la combinación de diferentes elementos y técnicas de forja secretas. Como resultado, el Galvorn se convierte en una aleación única y especial, con propiedades mágicas y una gran resistencia al daño.
Una de las características más destacadas del Galvorn es su capacidad para resistir la corrosión y la deformación. Es prácticamente imposible de oxidar o desgastar, lo que lo convierte en un material valioso y codiciado en el mundo de Tolkien. Los elfos también aprecian el Galvorn debido a su resistencia a la magia negra y su capacidad para proteger contra los hechizos oscuros.
Sin embargo, debido a su rareza y dificultad en su fabricación, el Galvorn es un material escaso en el universo de Tolkien. Solo los artesanos más hábiles y privilegiados tienen acceso a él, y su conocimiento de cómo trabajarlo y forjarlo se considera un secreto bien guardado.
Un material compuesto por nanotubos de carbono
Pero en realidad el galvorn es un material compuesto por nanotubos de carbono (NTC), que son estructuras cilíndricas formadas por átomos de carbono. Los NTC tienen propiedades físicas extraordinarias: son muy fuertes, flexibles, ligeros y conductores de electricidad y calor. Estas características los hacen ideales para muchas aplicaciones en diferentes campos, como la electrónica, la energía, la medicina o la construcción.
El galvorn se obtiene a partir de un proceso de alta tecnología que implica la descomposición de hidrocarburos y la formación de una cinta o un hilo de NTC.
Un potencial para cambiar el mundo
El galvorn tiene un gran potencial para cambiar el mundo, especialmente en el ámbito de la tecnología verde. Al ser más resistente que el acero y más ligero que el aluminio, el Galvorn puede reducir el peso y el consumo de energía de los vehículos y los aviones, lo que disminuye las emisiones de dióxido de carbono.
Al ser más conductor que el cobre, el Galvorn puede mejorar la eficiencia y el rendimiento de las baterías, los supercondensadores, los paneles solares y las turbinas eólicas, lo que favorece el uso de energías renovables.
Además, al incorporar fibras de Galvorn en el hormigón y otros materiales de construcción, se puede crear edificios más resistentes y duraderos, que prolonguen su vida útil y reduzcan la huella ecológica.
El Galvorn es un material que ya está disponible en diferentes formatos, como cinta, hilo, hilo conductor o malla. Su desarrollo ha contado con el apoyo de importantes instituciones como la Fuerza Aérea de EEUU, el Departamento de Energía y la NASA, entre otras.
Su fabricación es más barata y menos contaminante que la del cobre, un metal clave en la electrónica que tiene un alto costo ambiental y económico. El objetivo de DexMat, la empresa especializada en el desarrollo del Galvorn, es hacer que el cobre sea obsoleto y sustituirlo por este material mágico.
