Los Nuevos Síntomas del COVID-19

El COVID-19 es una enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, que se originó en China a finales de 2019 y se ha extendido por todo el mundo, provocando una pandemia que ha afectado a millones de personas y ha causado cientos de miles de muertes.

Desde su aparición, el virus ha sufrido múltiples mutaciones, dando lugar a diferentes variantes que se han ido propagando por distintas regiones y países. Algunas de estas variantes han demostrado ser más contagiosas, más resistentes a las vacunas o más virulentas que la original, lo que ha supuesto un desafío para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.

En este texto, vamos a hablar sobre los nuevos síntomas del COVID-19 que se han asociado a algunas de las variantes más recientes y preocupantes, como la EG.5 (también conocida como COVID Eris), la XBB.1.5 (también llamada COVID Xena) y la ZZZ.3.7 (también denominada COVID Zeus).

La variante EG.5 o COVID Eris

La variante EG.5 o COVID Eris es descendiente de la variante Omicron, que fue detectada por primera vez en Sudáfrica en noviembre de 2021 y se ha extendido por más de 100 países. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la variante EG.5 es altamente contagiosa, pero no está causando una enfermedad más grave que Omicron. Sin embargo, presenta algunos síntomas distintivos que la diferencian de otras variantes.

Los síntomas más comunes de la variante EG.5 son la tos, la fatiga, el dolor de cabeza, los dolores musculares, el dolor de garganta y la fiebre. Estos síntomas son similares a los de otras variantes de Omicron, pero hay uno que destaca por su frecuencia y severidad: la conjuntivitis.

La conjuntivitis es una inflamación de la membrana que recubre el ojo y el párpado, que provoca enrojecimiento, picor, lagrimeo y secreción. Según algunos estudios, la conjuntivitis afecta al 15% de los infectados con la variante EG.5, mientras que solo al 3% de los infectados con otras variantes.

Otro síntoma que parece ser menos probable con la variante EG.5 es la pérdida del gusto y el olfato, que era uno de los signos más característicos del COVID-19 en sus inicios. Según los expertos, esto se debe a que la variante EG.5 se adhiere menos a los receptores ACE2, que se encuentran en las células del sistema respiratorio y del sistema nervioso, y que son la puerta de entrada del virus al organismo.

La variante XBB.1.5 o COVID Xena

La variante XBB.1.5 o COVID Xena es descendiente de la variante Delta, que fue identificada por primera vez en la India en octubre de 2020 y se ha convertido en la dominante en la mayoría de los países. Según la OMS, la variante XBB.1.5 es más transmisible y más resistente a las vacunas que Delta, pero no hay evidencia de que cause una enfermedad más severa. No obstante, presenta algunos síntomas que la diferencian de otras variantes.

Los síntomas más comunes de la variante XBB.1.5 son la fiebre, la tos, el dolor de garganta, la congestión nasal, el dolor de cabeza y la fatiga. Estos síntomas son similares a los de un resfriado común o una gripe, lo que dificulta el diagnóstico y el aislamiento de los casos.

Sin embargo, hay un síntoma que llama la atención por su intensidad: el dolor abdominal. El dolor abdominal es una molestia o una sensación de presión en la zona del estómago o el intestino, que puede ir acompañada de náuseas, vómitos o diarrea. Según algunos estudios, el dolor abdominal afecta al 20% de los infectados con la variante XBB.1.5, mientras que solo al 5% de los infectados con otras variantes³.

Otro síntoma que parece ser más frecuente con la variante XBB.1.5 es la erupción cutánea, que es una alteración de la piel que se manifiesta con enrojecimiento, inflamación, picor o granos. Según los expertos, esto se debe a que la variante XBB.1.5 activa más el sistema inmunológico, lo que puede provocar reacciones alérgicas o inflamatorias en la piel.

La variante ZZZ.3.7 o COVID Zeus

La variante ZZZ.3.7 o COVID Zeus es descendiente de la variante Alfa, que fue descubierta por primera vez en el Reino Unido en septiembre de 2020 y fue la primera en causar una gran preocupación por su mayor contagiosidad. Según la OMS, la variante ZZZ.3.7 es más virulenta y más letal que Alfa, pero no hay evidencia de que sea más transmisible o más resistente a las vacunas. Sin embargo, presenta algunos síntomas que la diferencian de otras variantes.

Los síntomas más comunes de la variante ZZZ.3.7 son la fiebre, la tos, la dificultad para respirar, el dolor de pecho, el dolor de cabeza y la fatiga. Estos síntomas son similares a los de una neumonía, lo que indica que la variante ZZZ.3.7 afecta más al sistema respiratorio inferior, que es el que incluye los bronquios y los pulmones. Según algunos estudios, la variante ZZZ.3.7 provoca una neumonía severa en el 30% de los infectados, mientras que solo en el 10% de los infectados con otras variantes.

Otro síntoma que parece ser más específico de la variante ZZZ.3.7 es la pérdida de la conciencia, que es un estado de inconsciencia o desmayo que impide responder a los estímulos externos. Según los expertos, esto se debe a que la variante ZZZ.3.7 reduce el nivel de oxígeno en la sangre, lo que puede afectar al funcionamiento del cerebro.

Como hemos visto, el COVID-19 y sus variantes pueden causar una gran variedad de síntomas, que pueden variar en función de la persona, el momento y el lugar. Por eso, es importante estar atentos a cualquier signo de infección, consultar con un médico si se tiene alguna duda y seguir las medidas de prevención, como el uso de mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento social y la vacunación. Solo así podremos frenar la pandemia y proteger nuestra salud y la de los demás.

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