La corriente eléctrica es el flujo de cargas eléctricas a través de un conductor. Dependiendo de cómo se muevan estas cargas, se pueden distinguir dos tipos básicos de corriente: la corriente directa y la corriente alterna.
Corriente directa
La corriente directa es aquella en la que las cargas eléctricas fluyen siempre en la misma dirección, desde el polo negativo al polo positivo de una fuente de tensión.
La intensidad y la polaridad de esta corriente se mantienen constantes, lo que permite una transmisión más segura y un almacenamiento más fácil en baterías.
La corriente directa se genera mediante dispositivos como pilas, baterías, celdas solares o dinamos. Algunos ejemplos de aplicaciones de la corriente directa son los dispositivos electrónicos, los vehículos eléctricos o las televisiones de pantalla plana.
Corriente alterna
La corriente alterna es aquella en la que las cargas eléctricas cambian periódicamente su sentido de circulación, alternando entre el polo negativo y el polo positivo de una fuente de tensión.
La intensidad y la polaridad de esta corriente varían según una forma de onda, siendo la más común la onda senoidal. La corriente alterna se genera mediante dispositivos como turbinas o alternadores, que aprovechan la inducción magnética para transformar la energía mecánica en eléctrica. Algunos ejemplos de aplicaciones de la corriente alterna son el alumbrado público, los electrodomésticos grandes o las redes eléctricas.
Corriente directa alterna
La corriente directa alterna es un tipo especial de corriente eléctrica que combina las características de la corriente directa y la corriente alterna. Es decir, es una corriente que tiene una dirección fija, pero que cambia su intensidad y su polaridad periódicamente.
La forma de onda de esta corriente puede ser senoidal, triangular o rectangular, dependiendo del uso que se le quiera dar. La corriente directa alterna se genera mediante dispositivos como convertidores o inversores, que modifican la forma de onda de una fuente de tensión continua o alterna.
Algunos ejemplos de aplicaciones de la corriente directa alterna son la transmisión de datos, la electrónica de potencia o los sistemas de energía renovable.
Aplicaciones de la corriente directa alterna
La corriente directa alterna tiene algunas ventajas sobre la corriente directa y la corriente alterna, como una mayor eficiencia, una menor pérdida de energía y una mayor compatibilidad con diferentes tipos de dispositivos. Algunas aplicaciones específicas de la corriente directa alterna son:
- Transmisión de datos: La corriente directa alterna permite transmitir datos digitales mediante señales eléctricas codificadas en forma binaria (0 y 1). Estas señales se pueden enviar por cables coaxiales, fibra óptica o radiofrecuencia. Algunos ejemplos son el cable módem, el ADSL o el Wi-Fi.
- Electrónica de potencia: La corriente directa alterna permite controlar el flujo y el nivel de potencia eléctrica mediante dispositivos como transistores, diodos o tiristores. Estos dispositivos se usan para regular el voltaje, la frecuencia o el ángulo de fase de una fuente de tensión continua o alterna. Algunos ejemplos son los variadores de velocidad, los rectificadores o los inversores.
- Sistemas de energía renovable: La corriente directa alterna permite integrar diferentes fuentes de energía renovable, como la solar, la eólica o la hidráulica, en una red eléctrica. Estas fuentes de energía generan corriente continua o alterna, que se puede convertir a corriente directa alterna mediante dispositivos como inversores o convertidores. Algunos ejemplos son las microrredes, las redes inteligentes o los sistemas híbridos.
La corriente directa alterna es un tipo de corriente eléctrica que combina las características de la corriente directa y la corriente alterna. Es una corriente que tiene una dirección fija, pero que cambia su intensidad y su polaridad periódicamente.
Este tipo de corriente se usa en algunas aplicaciones específicas, como la transmisión de datos, la electrónica de potencia y los sistemas de energía renovable. La corriente directa alterna tiene algunas ventajas sobre la corriente directa y la corriente alterna, como una mayor eficiencia, una menor pérdida de energía y una mayor compatibilidad con diferentes tipos de dispositivos.
