La tecnología asociada a los métodos industriales de limpieza y pulido de materiales. El arenado o granallado es la operación de propulsar a alta presión un fluido, que puede tratarse de agua o de aire o un sistema abrasivo basado en la fuerza centrífuga. El método de pulido se utiliza en casi toda la industria del metal, abarcando desde la aeronáutica, la del automóvil, construcción, fundición naval o ferrocarril entre otras muchas.
El granallado por turbina convierte la energía cinética de un motor eléctrico en energía abrasiva gracias a la rotación de una turbina. Dada la cantidad de material abrasivo en movimiento las granalladoras de turbina se emplean para eliminar óxido, incrustaciones o rebabas en áreas realmente extensas.
Las máquinas de chorreado por aire puede ser de dos tipos, estar dispuestas en una sala exclusiva para el granallado o en una cabina de chorreado. El abrasivo es proyectado directamente sobre el metal. Para aplicaciones especiales puede emplearse una mezcla de abrasivo y agua, se trata del chorreado en húmedo que en ocasiones incluso puede acompañar una mezcla jabonosa para eliminar la grasa. En ambos tipos de chorreado las mangueras y boquillas de granallado pueden ser utilizadas directamente por el operario o mediante dispositivos automáticos o incluso robots, trabajando directamente sobre mesas o dispositivos de rodillos.
En el chorreado húmedo la presencia de agua puede ayudar a proteger la superficie de un daño excesivo, así como previenir la impregnación de material extraño en la superficie evitando la recontaminación. La ausencia de esta recontaminación superficial permite usar un solo equipo para varios chorreados.
Otro tipo de chorreado busca remover los depósitos de la superficie usando partículas finas de vidrio que no dañan la superficie. Es el procedimiento empleado para eliminar los depósitos de calcio de las baldosas o azulejos.
En el chorreado por rueda, simplemente se emplea la fuerza centrífuga de una rueda para impulsar el abrasivo contra la superficie. Se trata de un chorreado que no emplea ningún medio impulsor, ni gas ni líquido.
El hidrochorreado o chorreado con agua es uno de los métodos de limpieza más comunes empleados. Su principal ventaja es que solo requiere de un operario. Un chorro de agua lanzado a alta presión se emplea para eliminar pintura vieja, acumulaciones de residuo o químicos sin producir ningún daño en la superficie a tratar. Se trata de un método ideal para la limpieza de superficies por que el operario envía directamente el chorro a zonas difíciles de alcanzar de otra manera.
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