En diciembre de 2023, un equipo de astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y del Centro de Astrobiología (CAB) descubrieron un nuevo exoplaneta gigante similar a Júpiter, pero con una temperatura mucho más alta. El planeta, denominado TOI-4641b, orbita alrededor de una estrella caliente que gira rápidamente, situada a unos 286 años luz de la Tierra.
TOI-4641b tiene una masa de 3,8 veces la de Júpiter, pero su radio es solo de 0,73 radios del gigante gaseoso. Esto significa que tiene una densidad mucho mayor que Júpiter, lo que sugiere que está compuesto principalmente de gases densos, como el hidrógeno y el helio.
La temperatura de TOI-4641b es de unos 1.800 grados Celsius, lo que es mucho más alta que la temperatura de Júpiter, que es de unos 150 grados Celsius. Esta alta temperatura se debe a la proximidad del planeta a su estrella anfitriona. TOI-4641b completa una órbita alrededor de su estrella en solo 10 días, lo que significa que está mucho más cerca de ella que Júpiter, que tarda 12 años en completar una órbita alrededor del Sol.
El descubrimiento de TOI-4641b es importante porque ayuda a los astrónomos a comprender mejor la formación y evolución de los planetas gigantes. La proximidad de este planeta a su estrella sugiere que se formó en un disco de gas y polvo que orbitaba alrededor de la estrella. Sin embargo, su alta temperatura sugiere que ha sufrido una evolución diferente a la de otros planetas gigantes, como Júpiter.
Los astrónomos creen que TOI-4641b podría ser un ejemplo de un tipo de planeta gigante conocido como «Júpiter caliente«. Estos planetas orbitan alrededor de sus estrellas anfitrionas a distancias mucho más cortas que otros planetas gigantes, lo que les hace mucho más calientes.
El estudio de TOI-4641b podría ayudar a los astrónomos a comprender mejor la formación y evolución de los Júpiter calientes. Estos planetas son relativamente comunes, y se cree que representan una etapa temprana en la evolución de los planetas gigantes.
Posibles implicaciones del descubrimiento
El descubrimiento de TOI-4641b tiene implicaciones importantes para la comprensión de la evolución planetaria. Este planeta es un ejemplo de un Júpiter caliente, un tipo de planeta gigante que orbita alrededor de su estrella anfitriona a distancias mucho más cortas que otros planetas gigantes.
Los Júpiter calientes son relativamente comunes, y se cree que representan una etapa temprana en la evolución de los planetas gigantes. El estudio de TOI-4641b podría ayudar a los astrónomos a comprender mejor cómo se forman y evolucionan estos planetas.
Una de las posibles implicaciones del descubrimiento es que podría ayudar a explicar la alta temperatura de otros Júpiter calientes. Se cree que la alta temperatura de estos planetas se debe a la proximidad a sus estrellas anfitrionas. Sin embargo, el descubrimiento de TOI-4641b sugiere que otros factores, como la composición del planeta, también podrían desempeñar un papel.
Otra posible implicación del descubrimiento es que podría ayudar a los astrónomos a comprender mejor la formación de los planetas gigantes. Se cree que los planetas gigantes se forman en discos de gas y polvo que orbitan alrededor de las estrellas. Sin embargo, el descubrimiento de TOI-4641b sugiere que estos planetas podrían formarse en diferentes entornos, como discos más calientes o más densos.
En general, el descubrimiento de TOI-4641b es un importante paso adelante en la comprensión de la evolución planetaria. Este planeta es un ejemplo único de un Júpiter caliente, y su estudio podría ayudar a los astrónomos a comprender mejor cómo se forman y evolucionan estos planetas.
Estudios futuros
Los astrónomos planean continuar estudiando a TOI-4641b para comprender mejor sus propiedades. Utilizando telescopios espaciales, como el James Webb Space Telescope, los astrónomos podrán estudiar la atmósfera del planeta para determinar su composición y temperatura. También podrán estudiar la estructura interna del planeta para determinar su densidad y composición.
Los estudios futuros de TOI-4641b podrían ayudar a los astrónomos a comprender mejor la formación y evolución de los planetas gigantes, y podrían incluso proporcionar pistas sobre la posibilidad de vida en otros planetas.
