Existe una gran cantidad de información errónea sobre los organismos modificados genéticamente (OMG). El hombre, como especie, ha modificado genéticamente los alimentos de una manera u otra desde hace unos 10.000 años.
Un estudio realizado por un grupo de investigadores italianos, publicado en la revista Scientific Repots muestra que el maíz transgénico aumenta los rendimientos de los cultivos y proporciona beneficios significativos para la salud.
El estudio asegura que las variedades de maíz modificado han aumentado los rendimientos de los cultivos en todo el mundo entre un 5,6 y un 24,5 por ciento en comparación con las variedades no modificadas.
También revela que los cultivos de maíz transgénico tenían significativamente menos (hasta 36.5 por ciento menos, dependiendo de la especie) micotoxinas – subproductos químicos tóxicos de la colonización de cultivos.
Algunos han argumentado que los organismos genéticamente modificados en los Estados Unidos y Canadá no han aumentado el rendimiento de los cultivos y podrían amenazar la salud humana, pero este estudio parece demostrar todo lo contrario.
Para este estudio se tomó más de 6.000 informes revisados por expertos en los últimos 21 años y se realizó un análisis acumulativo basado en centenares de estudios creíbles, con lo que se permite sacar conclusiones más amplias y sólidas que las que se podría obtener en un solo estudio.
Existe toda una variedad de razones, en parte no científicas que añaden dudas sobre los efectos de los organismos modificados sobre la salud humana. Este análisis confirma que no solo no presentan un riesgo para la salud humana, sino que realmente tienen un impacto positivo.
Las micotoxinas, sustancias químicas producidas por hongos, son tóxicas y cancerígenas para los humanos y los animales. Un porcentaje significativo de maíz no trasgénico contiene pequeñas cantidades de micotoxinas. Estos productos químicos a menudo se eliminan mediante la limpieza del grano en los países avanzados, pero el riesgo está presente.
El maíz transgénico contiene sustancialmente menos micotoxinas debido a que las plantas se modifican para experimentar menos daños a los cultivos por parte de los insectos. Los insectos debilitan el sistema inmunológico de una planta y lo hacen más susceptible a desarrollar los hongos que producen micotoxinas.
En su análisis, los investigadores declararon que este estudio nos permite «sacar conclusiones inequívocas, ayudando a aumentar la confianza pública en los alimentos producidos con plantas modificadas genéticamente«.
