Cuando Microsoft presentó Kinect, los jugadores de todo el mundo se frotaron las manos imaginando un sinfín de utilidades para el dispositivo. Muchos pensaron en que se había acabado el sentarse delante de la televisión para jugar con sus juegos favoritos. El Kinect levantó a los jugadores del sofá, dando una libertad de movimiento, que jamás habrían podido conseguir con un mando inalámbrico.
Ahora el nuevo descubrimiento se llama WiTrack, un sensor de movimiento que utiliza ondas de radio. Como resultado, es posible seguir los movimientos de una persona en toda la casa.
Las posibilidades de un sensor que puede realizar un seguimiento del jugador a lo largo de toda la casa son impresionantes. Imagínate jugar a un videojuego interactivo que transforma toda tu casa en un mundo virtual. Con pistas dispuestas por pasillos o dormitorios y escondiéndote de otros jugadores detrás de sofás o paredes.
El mundo del videojuego no es el único escenario en el que podría beneficiarse un sensor de movimiento.
Los hogares inteligentes con el sensor WiTrack podrían acabar con el uso de cámaras detectoras de movimiento y sensores de calor. Podríamos levantar el brazo ante la puerta del garaje para abrirla. O señalar con un dedo una lámpara y que la luz se encienda. Un futuro que podría estar muy cercano.