Pocas cosas hay peores que ver la pantalla de nuestro Samsung Galaxy rota. Se nos puede caer mil veces de cualquier manera, pero existe una caída en una posición determinada que hace que nuestra pantalla se haga añicos.
Y claro, ante este desastre nos quedan dos posibilidades. O olvidarnos de que se ha roto la pantalla y aguantar la broma del gracioso de turno diciéndonos: qué salvapantallas más chulo que te has puesto, parece que se te haya roto, o intentar repararlo.
Si decidimos reparar nuestro smartphone podemos optar por llevarlo a una tienda o por repararlo nosotros mismos.
Quiero centrarme en la pantalla del Samsung Galaxy S4 y S4 mini. El S4 cuenta con una pantalla con tecnología Super AMOLED, resolución Full HD a 1080p y una densidad de 441 ppi, lo que lo convierte en una de las pantallas más potentes del mercado, por encima de la media de otros teléfonos similares.
La pantalla del Samsung Galaxy S4 es ideal para el visionado de fotos ya que ésta ha sido diseñada especialmente para aquellos que quieren sacar el máximo partido a sus contenidos multimedia.
La tecnología Super AMOLED destaca por tener colores muy vivos y negros de un negro más oscuro de lo normal. Una pantalla con colores muy vivos no siempre es la mejor opción aunque aportan una mayor variedad de oportunidades que las pantallas con colores más normales. Eso es precisamente lo que consigue la pantalla del Samsung Galaxy S4.
Todo lo que vamos a necesitar para reparar nuestro Samsung Galaxy es una pantalla de repuesto, un kit de herramientas y un buen tutorial el que fijarnos.
Un buen lugar donde encontrar una pantalla original es http://www.pantallaweb.com/samsung-galaxy-s4-mini.html donde también puedes encontrar la información necesaria para poder realizar tú mismo el cambio de la pantalla.
Todas las pantallas cuentan con un año de garantía y antes de enviarse al usuario final se realiza un exhaustivo control de calidad para garantizar una experiencia de compra perfecta.
