Practicar sexo no solo adelgaza, unas 100 calorías aproximadamente. Según un reciente estudio, deberíamos tener unos 200 orgasmos al año para alargar nuestra vida hasta seis años.
Practicar sexo nos proporciona además de placer algún beneficio que otro.
Hace ya tiempo que hablábamos que practicar sexo refuerza nuestro sistema nervioso inmunológico haciéndonos más fuertes ante los catarros. Al practicar sexo aumentan nuestros niveles de inmunoglobulina A (IgA), un anticuerpo que ayuda a combatir virus como el rinovirus, el mayor responsable del resfriado común.
El sexo ayuda a terminar con el estrés y la depresión. El placer de tocar, besar y abrazar a otro disminuye los niveles de la hormona del estrés, cortisol y aumenta los de las conocidas como “hormonas de la felicidad”, entre ellas la oxitocina o las endorfinas, de tal forma que combate el estrés y reduce los síntomas de depresión.
También es un analgésico natural, que sirve para terminar con el dolor de cabeza. Con el sexo, en solo unos minutos, el nivel de endorfinas aumenta considerablemente, actuando como un analgésico. Los orgasmos pueden reducir a la mitad la sensibilidad del cuerpo al dolor, siendo un remedio eficaz y rápido para acabar con la migraña.
El sexo como elixir de la eterna juventud.
Las personas que tienen cuatro encuentros sexuales a la semana aparentan hasta 10 años menos. El placer libera hormonas como la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina ayudando a cuidar las células de la piel y relajando los músculos para prevenir la aparición de arrugas.
Según demostró un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Princeton y publicado en la revista PLOS ONE, practicar sexo estimula el crecimiento de neuronas en el hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje.
Según los expertos en salud y sexualidad, las personas que hacen el amor al menos dos veces a la semana son un 45% menos propensas a desarrollar una enfermedad cardíaca, la principal causa de muerte en el mundo.
Disfrutar de una vida sexual activa reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama tanto en mujeres como en hombres. Además, si se estimula correctamente la zona erógena masculina, el porcentaje de sufrir cáncer de próstata disminuye significativamente en los hombres de más de 50 años.
El sexo ayuda a los hombres a recargar sus niveles de testosterona y a las mujeres a mantener adecuadamente los de estrógenos, lo que contribuye a aumentar su densidad ósea y reducir el riesgo de enfermedades como la osteoporosis.
Durante las relaciones sexuales el cuerpo produce feniletilamina, una anfetamina natural que puede ayudar a reducir los antojos de comida basura, los cigarrillos y los atracones.
Y como no, después de un buen rato de sexo a dormir a pierna suelta. Al tener relaciones ambos sexos liberan relajantes químicos como la serotonina, lo que ayuda a conciliar el sueño más rápido y disfrutar de un placentero y revitalizante descanso.
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